En este ejercicio de comunicación alternativa hemos seguido de cerca el loable trabajo de la guardia indígena, mujeres y hombres con espíritu inquebrantable; es admirable su determinación para acompañar cada proceso que la organización y las comunidades indígenas en Cañamomo Lomaprieta se adelanta.
Muy temprano en la madrugada, les escuchamos comunicarse en sus propios lenguajes, códigos que asertivamente les permite contextualizar o identificar eventualidades en todo el territorio; a esas horas del día, empiezan a caminar por senderos y caminos ancestrales con la enorme decisión de realizar un trabajo voluntario por todo el resguardo.
Las jornadas son extenuantes, pero en jornadas como la de esta minga, sus espíritus se recargan con la sensación de que han cumplido con su deber; a altas horas de la noche se encaminan rumbo a sus hogares, para en unas cuantas horas recargarse de nuevo para reanudar su loable misión.
¡A la guardia indígena, nuestra gratitud por siempre!
(Imágenes de solo unos cuantos, de más de un centenar de valientes guerreros)