Cuando en el mundo se conmemora el día internacional de la paz; en el territorio del resguardo colonial Cañamomo Lomaprieta se demuestra como realmente se construye, a partir del respeto de las diferencias, se construyó en consenso una estrategia en la que víctimas, victimarios, autoridades y comunidad, le han apostado a proyectos positivos que brindan buen vivir y un futuro más prometedor para todos.
Hoy se clausuró el programa “Mambrú, este es otro cuento”, como resultado del esfuerzo y pensamiento de muchos; las autoridades tradicionales del cabildo indígena aunado a la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN) y las oportunidades que esta brinda a las personas excombatientes que hacen tránsito a la legalidad, encontraron en la comunidad de Portachuelo la posibilidad de una nueva vida; allí a lo largo de un año establecieron proyectos significativos acogiendo a niños, jóvenes y adultos encaminados a prácticas comunitarias como la brigada bomberil, formación de fútbol y escuela de liderazgo.
Les han enseñado múltiples conocimientos para la vida, manualidades, artesanías, espiritualidad, identidad indígena; lo más significativo, el perdón, la solidaridad, generosidad, como unidos podrán alcanzar el desarrollo pleno de sus familias y del territorio.
Este proyecto continuará brindando frutos, con los insumos que se les ha entregado, sus escuelas perpetuaran en el tiempo las enseñanzas, que el deporte o el servicio comunitario sigan evidenciando que este resguardo le apuesta la paz; basta con ver en un mismo espacio a miembros de la policía, ejercito, excombatientes y víctimas compartiendo la palabra; estos últimos, apostándole unidos a economías propias como la piscicultura, de donde derivan ahora el sustento de los suyos.
El cabildo y la agencia ARN, tejen la posibilidad de que el proyecto se desarrolle nuevamente en una siguiente fase, que adopte otra comunidad de este resguardo que en otrora haya sido afectada por el conflicto y que allí también se respiren aires de paz.
